El descenso de la montaña

Uno a uno bajan los escaladores por la ladera de la montaña, y a la soga hecha de esparto, se agarran. Subieron a la cumbre de la cordillera, consiguieron lo que deseaban, y en la cima, decidieron volver a casa. Vieron las vistas que desde lo más alto se divisaban, y descubrieron, que era otra cosa lo que esperaban.

Miles de días de ida para llegar al vértice de la elevación, para descubrir que ahí no había nada. Cada escalador inició su viaje con un gran deseo de llegar a la cúspide, creyendo que así se completaba. Salieron con una gran mochila cargada de provisiones por si algo les pasaba, y a lo largo de la escalada, tuvieron que soltar cada tarro de mermelada y cada foto enmarcada. Desde el momento que salieron de casa, no pararon de desprenderse de lo que no les hacía falta. Y ahora, para realizar un fácil descenso, han tenido que dejar la mochila, la ropa y las zapatillas en la parte alta de la montaña.

Zarzas, rocas, pinchos y ranas han encontrado en el descenso de la cordillera. Y algún momento se han entretenido observando trampas que, para fomentar su distracción, fueron colocadas. Sin embargo, como tomaron la decisión clara de descender la montaña sin saber cual era la ruta marcada, es lógico que a veces sientan que se pierden, pero hasta esto es parte del plan de vuelta.

Tienen un claro objetivo, y esto, es lo que les hace continuar la marcha. El tiempo ha dejado de ser de importancia en esta jornada, saben que no es nada, saben que su llegada está garantizada.

Aunque empezaron la escalada en equipo y también vuelven en manada, la decisión de cada escalador de retorno es privada. Cada escalador, cansado de buscar vida en flores disecadas, va a comprender que realiza una viaje sin distancia. Nunca se movió del mismo punto.

“No temas escalador, pues nunca saliste de casa. Recuerda que estás sujeto por el arnés de seguro de vida que desde el cielo se lanza. Aunque te pierdas, te caigas o mueras no pasará nada. Incluso aunque quieras retomar la escalada. Es todo un juego perfecto donde todos los escaladores salen de casa por deseo propio, y también vuelven a ella por petición privada.”