El pene gamba desea los cuernos de la cierva con tacones, y ha salido hoy en su caza, siente que cuando los consiga, será ya el híbrido más especial y extraño de la jungla hibridal. En cambio la oveja con tacones desea al cura rana porque cree que lo que predica le dará la paz, y éste, a su vez, busca al yonki gato para que le dé una pastilla para calmar el dolor de sus ancas. Pero el yonki gato busca al pene gamba para que le de el placer que con las “pastis” no alcanza… ¡Bienvenidos a la jungla de costillas de Adán! El lugar donde los sueños locos entre líderes y seguidores se hacen realidad. Una inocente batalla entre búsquedas encubiertas de migajas de tramposa amistad. Es un juego de caos estructurado para que dentro de las monsteras deliciosas, el que desee por un tiempo jugar, juegue, y el que desee despertar, encuentre el camino que le haga transcender la jungla angelical.
Así funciona la rueda en la cadena de amor y odio especial en la jungla de Adán, donde cada híbrido busca lo que cree que le falta, pero en ésta, nunca lo podrá encontrar ya que aquí impera la ley de buscar sin hallar. Así es como está diseñada la cárcel de las leyes de la moralidad donde, transcender las limitaciones físicas, ciega a híbridos en busca de un disfraz que le de un urgente alivio de libertad. Está hecha a base de humos de la lámpara de los deseos, que el niño frotó y decidió jugar. Mientras tanto, el niño aplaude ante tanta variedad, ante tantas opciones por experimentar, sonríe cuando el humo toma formas más y más extrañas, pero como en todo juego de niños, los juguetes le llegan a cansar.
Nunca un híbrido será mejor que otro, ni más completo. Los híbridos, híbridos son y desde el plano físico nunca alcanzarán el amor universal. El tiempo consumirá sus pensamientos individuales y el calcio de sus huesos fertilizará la tierra de las plantas de la jungla. Sin embargo, los híbridos creían que su felicidad la alcanzaban cuando su objetivo estaba en completar su mutación carnal, arrancando ancas de rana o tomando pastillas para aguantar. En cambio, cada cual, puede descubrir que es un ser completo jugando al carnaval en la jungla hibridal. ¿Para qué necesita el pene gamba los tacones de la cierva si no necesita caminar? ¿Para qué necesita la rana hacer cura sana, cura sana, un besito y a la cama si ya está entre sábanas? ¿Para qué necesita el yonki gato tomarse un tripi y flipar si descubriendo quién es, su mente volará?
¡Uy! El juego de los híbridos se tambalea, pero esto no significa que se vaya a realizar un corte radical, ni que los híbridos dejen de levantarse cada mañana en busca de algo con que mutar, pero con cada escama que elijan abandonar podrán descansar viendo lo esencial. ¿Desea un híbrido el amor incondicional? ¡Si! Ésta es la base de la inocencia y de la humildad en la que se basan las verdaderas leyes de Adán. “Dejo de ser líder por buscar ser algo especial, dejo de seguir a otro para alcanzar lo que nunca me puede dar, y me uno en mi corazón a lo que ya está, el amor universal”. Dejad de buscar en lo falso, dejad de buscar en completar algo que de por si se diseñó para no ser completo. En el mundo físico, no descansa la realidad. Únete en cada acto a tu corazón, hagas lo que hagas, y conocerás la plenitud espiritual. Da lo mismo la forma en que te encuentres buscando la mutación, si buscas en lo físico, solamente puedes mutar una forma con fecha de caducidad. En cambio, si te dejas llevar, el camino se te mostrará y el amor se revelará. Libera tu mente de las garras trepadoras de la monstera deliciosa. Responde a tu corazón haciendo que lo invisible, sea lo único real.
Todo salió de una lámpara mágica y a ella volverá, pero el poder que la hace brillar nunca desapareció ni desaparecerá. ¡Brilla, híbrido! ¡Brilla! Aunque ahora creas ser un monstruo que quieres cambiar, eres el brillo de la lámpara jugando al carnaval, y esto nunca cambiará. Deja de buscar el cambio en lo percibido, deja ya de explicar y cambia tu percepción de la jungla angelical.