La meditación de los narcisos

En el jardín del Edén, hay millones de flores de colores, y cada una ocupa su especial posición. Cada una realiza su función para completar la sanación unificada del jardín, y permitir así que la belleza embriague desde todos puntos al observador. Cada flor se encarga de su interna depuración y de sanar cada relación, por eso, las flores pasan muchas horas en meditación. Y los capullos recién salidos, comienzan con la exploración. No tienen experiencia por lo que los más aventajados les ayudan y miran con ternura y comprensión. Es el caso del Narciso, que el nueve de mayo explotó, y aquí, se relata su breve historia:

Narciso está tranquilo cuando ceirra los ojos y se zambulle en su mundo interior. Cae en una profunda meditación y ahí comprende y siente que es el amor. Pero cuando Narci abre los ojos, juega al mismo error. Por lo que se configura una diferencia entre el espacio de meditación y ek de relación. Es tan grande la confusión, que aún sabiendo que todo es una ilusión, sigue cayendo en defender lo que sabe que es una falsa percepción. Con los ojos cerrados no existe la separación pero al abrirlos, cree en las diferencias de la falsa representación.

Él puede observar el error pero algo dentro de él le dice: "bueno confórmate ya con esto, ya sabes que todo es un juego pero sigue jugando". Y es aquí donde Narciso se conforma con un "cachin" de Cielo, sin darse cuenta que el Cielo se toma por completo o no se toma en absoluto, ¿crees que peudes ser feliz a medias?

-Ay Narciso, Narciso! Una vez que hayas observado el error, sin culpa, pide corrección. Y en cada encuentro receurda que es como una auto observación. Es lo mismo que observar tu mente y decidir ver más allá del error. ¿Qué más da que tus miedos sean representados por tus pensamientos que por cada relación? Usa cada encuentro con cada flor para estar en continua meditación y en presencia del Amor. Así fundirte con el otro sin brecha de separación. No hay distinción! Estatu quo en cada encuentro! O sanáis juntos o no se produce la sanación. Pero tranquilo pequeño, estás comenzando a desempeñar tu función y nadie viene al jardín del Edén que haya completado su función. - Le susurran las sabias hortensias al joven aprendiz.

Y vuelve la flor amarilla a olvidarse de todo y recordar que ella no hace nada. Simplemente soltar la locura de ser una flor independiente que tiene que ingeniárselas para sobrevivir en el jardín. Desecha cuanto antes la idea de ser una flor que tarde o temprano marchitará, y recuerda que eres la Vida que da vida, en el jardín, a cada flor.