Hoy me siento tan ligero como el viento, el peso de mi cuerpo es igual a cero y la pesadez de mis pensamientos se esfuma con el susurro del silencio. Debajo de todo entramado pensamiento se encuentra la fluidez y la conexión del misterio.
Bajo la capa superficial de gritos y ensordecedores ruidos se encuentra el descanso perpetuo. Hoy nos referimos al silencio como el lugar donde se escucha lo más sagrado, la armonía del Cielo, en lugar del concepto relacionado con la ausencia de ruidos o sonidos . Un baño lleno de sabiduría al que puedo acudir siempre que esté dispuesto para encontrar el delicioso vacío de la quietud sigilosa. Mientras que el ruido reclama más ruido, el silencio invita a más silencio.
En este hermoso espacio, llega el fin de mis deseos y pensamientos. La culminación llega cuando profundizo y encuentro la quietud callada donde opera la humildad de la comprensión. Un bálsamo para el alma en búsqueda y herida que anhela sosiego.
“Pues yo soy el silencio, aquí todo cabe y nada falta. No pertenezco ni al tiempo ni al espacio, y a medida que te vayas acercando, tus piernas, brazos e ideas se irán fusionando para descubrir que nunca salieron del infinito cosmos. Ven a mí y disuélvete en el cálido y gozoso descanso con el simple gesto de guardar silencio interno.
Acude a mí siempre que desees, estoy disponible a tu lado. Dispuesto a darte todo lo que me han dado. Para que cuando tú quieras puedas vaciarte e impregnarte de la apacible fluidez del constante cambio. Tráeme todo, no te dejes ningún retal que pueda ser oxigenado. Y tras hacer la lavativa silenciosa, puedes recoger sus frutos, llevártelos y extenderlos para recibir más regalos. Yo aquí estaré esperando a que decidas unirte y no hagas caso a los gritos desesperados.
Todo que sea ruido, llegará un día que será silenciado. Lo irreal, el tiempo lo termina callando y, en el reconocimiento de este bello momento, el brillo de lo eterno queda reflejado. Vive el silencio en medio del mundanal ruido. Para vivirlo no necesitas estar callado, es un posicionamiento interno no cuestión de efectos de sonidos soñados. Una vez lo alcances, tu corazón ya no querrá estar en otro espacio.
Recuerda que voy contigo de la mano y simplemente tienes que descargar en mi todo tu equipaje. Yo me encargo de purificarlo para que tu viajar se aligere y camines más descansado. En el silencio, nos encontramos“.