"YO SOY PERFECTO AMOR"
El mundo aparenta estar movido por dos motores pero solamente hay uno que en realidad despeñe esta función. Permanece oculto hasta que llega la petición del orador. Uno opera desde la discreción esperando pacientemente a ser elegido y el otro se muestra el primero para buscar reconocimiento por lo que nunca movió. Y aunque se presente envuelto en papeles de celofán, de él procede el dolor. Uno siempre está disponible en el fondo de tu corazón, pase lo que pase, dispuesto a acompañarte y abrazar cualquier error mientras que el otro quiere que siempre estés atascado dando vueltas en una constante maratón. Un conejo corriendo detrás de una zanahoria sin probar nunca el prometido sabor.
Todas acciones del mundo parecen hacerse desde uno de los dos motores. Estos dos motores son: el motor culpa y el motor amor. Pero aun cuando la acción se realiza desde cualquiera de los dos, como solamente la activación del motor amor es la única real opción, su lectura es la única que conlleva liberación. El motor amor verá siempre expresión o petición de amor en cada acción, todo lo demás es perder tiempo en cuestiones sofisticadas de prometedora y repetida innovación.
Aparentemente crees operar bajo tu propio guión pero siempre eres una marioneta de uno de los dos. Estás situado en un punto muy profundo en el engranaje del motor y desde ahí, solamente tienes una opción, preguntarte está cuestión: ¿qué motor quiero que sea el que propulse mi intención? Cuando sientas profundamente haber elegido el motor amor como la única opción, ocúpate únicamente de estar dispuesto de alimentar el motor, echa combustible para que realice la depuración y el motor se ocupará de extender amor. El combustible que usa este motor está compuesto de todas ideas de dolor, soledad y comparación. Todos aquellos pensamientos que alimentan tu culpa y tu temor. Al nivel que te encuentras no tienes que hacer nada más. Es muy importante ser honesto contigo mismo y depositar toda confianza para el buen funcionamiento del motor. Confía en que cada encuentro es una renovada situación, usada por el motor amor, para extender amor o echar leña al fuego del motor. No hay meta final en este proceso de fabricación. Como en mi subconsciente ya elegí el motor para fabricar cada escena de experimentación, mi meta se convierte ahora en la elección de cual de los dos deseo que sea el lector en cada concreta situación, y dependiendo de cual sea mi elección, así experimentaré su respectiva lección. La red cósmica, de perfecta conexión, llevará todas las cosas que necesite para llenar el depósito de compost para encontrar en mi el amor y extenderlo sin necesidad de petición.
Quieras, creas o no, todos los días sale el sol. Pues no por querer o creer lo contrario, mañana dejará de hacerlo. Así que quieras o no, Yo, contigo, soy perfecto amor. De ti depende experimentar esa conclusión.